Don Quijote estaba, como se ha dicho, hablando con la señora del coche, diciéndole: la vuestra fermosura, señora mía, puede facer de su persona lo que más le viniera en talante, porque ya la ...
Aún vuestra merced menos mal, pues tuvo en sus manos aquella incomparable fermosura que ha dicho; pero yo ¿qué tuve sino los mayores porrazos que pienso recibir en toda mi vida? Desdichado de ...
Son tantas las presiones, silencios y mentiras que se han sembrado esta semana, que uno recuerda la ilusionante y esperanzadora Transición, donde el que más y el que menos aspiraba a que España encont ...